Los retos de Boris Johnson para 2022
- Jose Luis Hernandez de Arce
- 13 ene 2022
- 2 Min. de lectura
Comienza el que puede ser el año más difícil del mandato de Boris Johnson, en su momento más bajo de popularidad desde que llegó al poder en julio de 2019. Solo el 23% de la población cree que lo está haciendo bien, y el líder laborista, Keir Starmer, ya le supera en los sondeos.
A la falta de mano de obra provocada por el Brexit y la crisis económica se unen los escándalos por las fiestas ilegales en Downing Street, los sobresueldos de sus diputados y la lujosa reforma de su residencia oficial con dinero de mecenas. Y por si fuera poco, el partido conservador afronta una fuerte crisis interna, con cada vez más diputados que opinan que sería mejor buscar otro líder. Las elecciones locales del próximo 5 de mayo en Inglaterra serán un buen termómetro para valorar su estado de salud política.
Hasta entonces, Johnson tiene ante sí varios retos nada fáciles. El primero de ellos es controlar el Covid. La presión hospitalaria le ha llevado a desplegar al Ejército en los hospitales y a introducir restricciones. En este tema, Johnson se enfrenta a un grupo de sus parlamentarios que aboga por acabar de una vez con todas las restricciones y así relanzar la economía.
El segundo reto será la negociación del Brexit, con el protocolo de Irlanda del Norte como principal tema de fricción, una concesión de Johnson a la Unión Europea que fue necesaria para cerrar el acuerdo del Brexit, pero que le puso en contra a los unionistas irlandeses. Johnson se ha visto obligado a dar marcha atrás y amenaza con activar el artículo 16 del protocolo, que haría saltar por los aires todo el cuerdo.
La gestión del Brexit está conectada con el tercer y probablemente más importante reto de Johnson: recuperar económicamente al país, alcanzando el equilibrio que prometió al cinturón rojo del noreste de Inglaterra, un núcleo de votantes tradicionalmente laboristas que dio su voto de confianza a Johnson en 2019. La subida de los precios de la energía y del coste de la vida son los principales obstáculos en este punto.
Finalmente, Johnson se enfrenta a los desafíos habituales: recuperar el liderazgo en su partido, donde ha llegado a tener en contra hasta 100 diputados, y contener los nacionalismos, con una situación que se puede complicar con la pronosticada victoria de los católicos del Sinn Fein en las elecciones regionales del próximo mes de mayo. Si el Sinn Fein gana, pretende llevar a cabo un referéndum para la unión de Irlanda del Norte con la República de Irlanda. Mientras trato el parlamento escocés se dispone a votar la celebración de un nuevo referendum sobre la independencia de Escocia.
Sin duda, va a ser un año lleno de desafíos para el primer ministro.
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