Los dos candidatos

Después del previsible resultado de las votaciones de la semana pasada, los dos finalistas para suceder a Boris Johnson comienzan la batalla. Y tendrán que moderar su enfrentamiento, porque se supone que están en el mismo bando.

Veamos los puntos fuertes y débiles de cada uno.

Rishi Sunak tiene a su favor un mayor respaldo de sus diputados, así como una alta popularidad fuera de su partido por su política de gasto social. Además, su experiencia como ministro de finanzas le haría idóneo para afrontar el problema más acuciante del Reino Unido, la incipiente crisis económica.

Sunak tiene en su contra, dentro de su partido, que los más conservadores ven su política económica como “poco ortodoxa” y se le atribuye una calculada traición a Boris Johnson. Por su parte, la izquierda le acusa de ser rico, y de que su millonaria mujer se acogió a beneficios fiscales, a los que, por cierto, tenía todo el derecho.

Liz Truss procede de una familia de izquierdas, pero ya muy joven se convirtió y se ha ganado la reputación de ser una firme defensora de las políticas económicas liberales, toda una ventaja dentro de su partido.

Ha sido la segunda mujer ministra de Asuntos Exteriores en la historia del Reino Unido, y la línea dura adoptada ante Rusia le ha cosechado apoyos dentro y fuera de su partido.

Entre sus puntos débiles, se le atribuyen algunas contradicciones. Por ejemplo, a pesar de su defensa de la economía liberal, apoyó las subidas de impuestos del gobierno de Johnson, aunque esto le otorga la flexibilidad que podría necesitar como candidata para ganar votos desde la izquierda. También se le atribuye haberse opuesto inicialmente al Brexit, para luego convertirse en una de sus principales defensoras.

En las próximas semanas, se sucederán varios debates y, tras el periodo vacacional, los militantes conservadores votarán a su nuevo primer ministro. Mientras tanto, Boris Johnson continúa en funciones sin hacer mucho ruido. Parece que los Tories le han persuadido de no ensuciar más la casa antes de que el nuevo primer ministro llegue para barrerla.