Lo que hay detrás de las medidas del Reino Unido para reducir la inmigración
- Jose Luis Hernandez de Arce
- 9 dic 2023
- 2 Min. de lectura

El Gobierno Británico parece determinado a reducir la inmigración, tanto la ilegal como la legal.
Respecto a la inmigración ilegal, esta semana el gobierno ha celebrado un nuevo convenio con Ruanda para la deportación de falsos solicitantes de asilo que crucen el Canal de la Mancha. Este nuevo tratado pretende salvar los obstáculos que la Corte Suprema puso al anterior acuerdo con base en que los deportados no tendrían suficientes garantías de seguridad en Ruanda.
Respecto a la inmigración legal, se han endurecido sus condiciones económicas, duplicándose el salario mínimo requerido para quienes lleguen al país a trabajar. Este se situará en 38.700 libras (unos 45.000 euros). Y también se duplica, subiendo hasta esa misma cantidad, el ingreso mínimo requerido para traer a familiares dependientes al país.
El objetivo: retomar la promesa que el gobierno conservador hizo antes de acceder al poder, hace 10 años, de reducir la inmigración legal por debajo de los 100.000 inmigrantes al año. Algo que parece poco factible si se observa a la cifra record de este año: nada más y nada menos que 745.000 inmigrantes.
Se estima que las nuevas medidas hubieran dejado sin posibilidad de visado a aproximadamente el 50% de los solicitantes del año pasado.
Pero detrás de estos movimientos drásticos hay una cuestión política fundamental para el partido conservador. Con las elecciones a un año de distancia y con las encuestas en contra, las dos facciones Tories, una pro-Boris-Johson y otra más liberal, empiezan a agitar sus diferencias y estas medidas se han visto como un intento del primer ministro de contentar a unos y a otros.
A las puertas de la Navidad, los empresarios, con serias dificultades para encontrar empleados para muchos puestos básicos, apuntan que las medidas deberían ser más quirúrgicas y estudiadas. Por su parte, los laboristas alegan que Ruanda es sólo una operación cosmética y que los Tories van a la deriva con políticas pre-electorales ineficaces.
Sin embargo, la realidad es que la inmigración importa a los votantes, y mucho. A principios de 2021 el 20% de los británicos consideraba la inmigración y el asilo político como uno de los principales problemas del país. Ahora el porcentaje es del 40%. Toda una patata caliente que con seguridad va a ser tema de los debates de tinte electoral que están a punto de empezar.
Comments