¿LA NUEVA DAMA DE HIERRO?

La historia de Liz Truss se remonta a una niñez nutrida de protestas por sus padres de izquierdas. La llevaban a todas las manifestaciones que reclamaban el cierre de las centrales nucleares, pero sobre todo a las que protestaban contra las políticas conservadoras de Margaret Thatcher.

Esto no impidió que Truss terminara afiliándose al partido conservador, incluso con mayor autoridad moral que muchos, después de haber vivido la izquierda en primera persona.

Admiradora confesa de Margaret Thatcher, la prensa la llama ahora la «nueva dama de hierro». Se ha comprometido a eliminar todas las regulaciones comunitarias que quedan en la legislación doméstica antes del final de 2023. Y en su campaña, lanzó una propuesta de recortes masivos de impuestos que no deja de sumar adeptos.

Estudió Filosofía, Política y Economía en Oxford, donde abrazó la ideología liberal y los postulados del libre mercado hasta empezar a militar con 21 años en el partido conservador.

Fue Ministra de Medio Ambiente con David Cameron y después, ocupó la cartera de Justicia en el gabinete de Theresa May.

Al igual que Rishi Sunnak, su contrincante, Truss ha sabido realizar ajustes a su discurso para adaptarlo a la opinión pública. Al principio defendió la continuidad del Reino Unido en la Unión Europea, pero afirma que lo hizo por puro pragmatismo. Más tarde, en 2010, aspiró tímidamente a suceder a Theresa May, pero cuando se percató de que no era su momento, apoyó de forma determinante a Boris Johnson.

Su lealtad pudo favorecerle para ser nombrada ministra de Comercio Internacional y más tarde de Asuntos Exteriores.

Sus antiguos colaboradores le describen como una persona obsesionada por el trabajo y que sólo confía en su propio instinto. Una líder dura e implacable que, según los sondeos, cuenta con el apoyo mayoritario de las bases del partido para derrotar a Sunnak.