El partido reformista de Farage adelanta a los Tories en las encuestas y la derecha podría superar a los laboristas

Las encuestas en el Reino Unido para las elecciones generales del 4 de julio muestran una abrumadora victoria de los laboristas que casi duplican en puntos al partido conservador. Sin embargo, el análisis del bipartidismo, al que tan acostumbrados están en Reino Unido, no ofrece la foto real de lo que puede suceder tras la jornada electoral.

El nuevo partido reformista (“Reform UK”) sobre el que casi no se oye hablar fuera de Gran Bretaña puede dar mucha guerra y dolores de cabeza a los laboristas. Según la última encuesta oficial, este partido de derechas obtendría un 19% de los votos en las elecciones. Si se suma esta cifra al 18% que obtendrían los conservadores, estamos en un 37% de voto a la derecha del espectro político, exactamente el mismo porcentaje que la encuesta prevé para los laboristas.

Una alianza entre el partido conservador y el partido reformista no sería descabellada para evitar que los laboristas pusieran sobre la mesa del nuevo primer ministro esa supuesta agenda oculta de subidas de impuestos que muchos temen.

Pero, hasta aquí llega la parte esperanzadora para los votantes de derechas. Pues la foto empieza a enturbiarse si se tiene en cuenta que el partido reformista está liderado por Nigel Farage, uno de los principales y en muchas ocasiones polémico impulsor del Brexit. Su proyecto político lo define claramente el nombre de su partido: reformar radicalmente las instituciones más necesitadas del país, poniendo especial énfasis en la inmigración y en el Servicio Nacional de Salud, es decir, los dos principales quebraderos de cabeza del gobierno y también las dos principales preocupaciones de los ciudadanos británicos.

El análisis bipartidista ya no refleja la realidad política del Reino Unido con el partido de Farage como segunda fuerza política según las encuestas. Más aún considerando a otro partido: el partido liberal, que ya cuenta con un 14% de los votos. Si éstos se añaden al 18% de los conservadores y al 19% del partido de reformista, un pacto triple de estas fuerzas podría suponer para los laboristas una de esas victorias electorales sin gobierno a las que ya estamos acostumbrados en otros países de Europa. En conclusión, puede que las elecciones no las gane el partido conservador pero está por ver si las gana una mayoría de derechas.