El gobierno de Starmer, sin mucho rumbo y con nada de oposición
- Jose Luis Hernandez de Arce
- 8 sept 2024
- 2 Min. de lectura

La política británica se encuentra actualmente en una de esas raras situaciones en las que la oposición terminó tan desmembrada en las últimas elecciones que, mientras se recompone, el gobierno no tiene realmente quien le saque los colores, salvo porque ya se los saca él mismo.
Lejos de aprovechar esta situación, el gobierno de Keir Starmer no ha perdido el tiempo en mostrar su improductivo lado izquierdista. Y es que, cuando tu único programa económico consiste en subir impuestos, no tienes más remedio que hacer ruido con otras cosas que te diferencien de la derecha.
Entre las decisiones estelares del gobierno laborista en los últimos días está el haber retirado un retrato de Margaret Thatcher de la residencia del primer ministro, porque a Keir Starmer le parecía “inquietante”. Pero la fijación de los laboristas con la Dama de Hierro no termina ahí. La vice-primera ministra, Angela Rayner, ha anunciado la desaparición de uno de los incentivos sociales más populares en el Reino Unido que fue instaurado por Margaret Thatcher, el descuento de los inquilinos al comprar la vivienda social en la que viven, un descuento del que se benefició la propia Rayner al adquirir su vivienda.
Y en la misma semana en que Keir Starmer ha anunciado dolorosas medidas para todos los británicos, entre las que se encuentra la abolición de la ayuda energética a las personas vulnerables, vemos a Rayner bailando en Ibiza como si nada. Pero no se preocupen, todo tiene una explicación: “soy de la clase obrera y me gusta bailar”.
Y la última perla de la semana: la gran solución a la crisis migratoria del Canal de la Mancha después de cancelar el plan de deportación a Ruanda es que el Gobierno (es decir los británicos) paguen 5.000 habitaciones de hotel vacías, sí, han oído bien: vacías, para afrontar la avalancha de inmigrantes ilegales que se espera en las próximas semanas y sobre la que ya está claro que no se va a hacer nada. Estarán de acuerdo en que no hay mejor efecto llamada que decirle a los inmigrantes ilegales que tienen una habitación de hotel gratis esperándoles.
En definitiva, con un gobierno así, no te hace falta oposición. Quizá por eso los conservadores se lo toman con tranquilidad. De hecho, la elección del nuevo líder del partido está prevista para el 2 de noviembre, es decir después del debate y votación del presupuesto de otoño.
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