EL DESAFÍO ESCOCÉS

El primer ministro británico, Boris Johnson, habló con la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, sobre la propuesta de la líder nacionalista para celebrar un segundo referéndum sobre la independencia escocesa.

En una conversación telefónica, Johnson prometió responder a esa propuesta "a su debido tiempo" y agradeció a Sturgeon la contribución escocesa a la ayuda militar a Ucrania.

La ministra principal y líder del Partido Nacional Escocés divulgó la semana pasada un ambicioso plan para celebrar otra consulta sobre la independencia, y propuso la fecha del 19 de octubre de 2023 para ese referéndum. En esa línea, envió una carta al ejecutivo británico para pedirle negociar los términos de la denominada Orden 30 del Acta de Escocia, que transfiere temporalmente el poder para celebrar un referéndum del Parlamento de Westminster al de Escocia.

Aunque en la conversación telefónica de ayer no hubo una respuesta, Boris Johnson ya ha indicado en varias ocasiones que éste no es el momento para convocar un plebiscito de escisión.

En el primer referendum que tuvo lugar en septiembre de 2014, los escoceses rechazaron la separación de Escocia del resto del Reino Unido, pero Sturgeon argumenta ahora que hay razones para otra consulta después de que la región votó en contra del Brexit en 2016 y porque su partido fue el más votado en los comicios al legislativo de Edimburgo celebrados en mayo del año pasado.

En caso de que el Gobierno británico no dé el visto bueno para otro referéndum, Sturgeon exploraría otras vías -judicial y electoral- para forzar el referéndum.

Sin perder un minuto, la ministra principal de Escocia ya ha pedido a la Corte Suprema del país que determine si el gobierno escocés tiene el poder para convocar un referéndum sin el consentimiento del Ejecutivo central. En caso negativo, parece que Sturgeon optaría por centrar la campaña para las próximas elecciones generales británicas exclusivamente en un "referéndum de facto".