El secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña estuvo en India el jueves para presionar por una acción más dura en la invasión de Ucrania por parte de Rusia, antes de una visita del principal diplomático de Moscú probablemente destinada a instar a Delhi a hacer lo contrario.

India se ha abstenido de las resoluciones de la ONU que censuran a Rusia, pidiendo solo el cese de la violencia, y continúa comprando petróleo ruso y otros bienes.

En sus conversaciones en Nueva Delhi, Liz Truss dirá que "la invasión de Rusia a Ucrania subraya la importancia de que las democracias trabajen más juntas para disuadir a los agresores, reducir la vulnerabilidad a la coerción y fortalecer la seguridad global", dijo la Alta Comisión de Gran Bretaña en India.

"Lazos más profundos entre Gran Bretaña e India impulsarán la seguridad en el Indo-Pacífico y en el mundo, y crearán empleos y oportunidades en ambos países", dijo Truss en un comunicado.

"Esto es aún más importante en el contexto de la invasión no provocada de Rusia a Ucrania y subraya la necesidad de que las democracias libres trabajen más juntas", dijo.

Sus comentarios se produjeron antes de una visita de dos días a la India a partir del jueves del ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov.

Lavrov debía llegar a India desde China, que también se ha negado a condenar la invasión y ha brindado un nivel de cobertura diplomática para una Rusia cada vez más aislada.

Los funcionarios estadounidenses han acusado a China de señalar su "disposición" a proporcionar ayuda militar y económica a Rusia, mientras que el presidente Joe Biden comparó la invasión de Ucrania con el aplastamiento de las protestas de China en la Plaza de Tiananmen en 1989.

Biden ha descrito a India como "algo inestable" sobre Rusia y esta semana Daleep Singh, el principal estratega de sanciones de Washington, también visitó Delhi.

India y Rusia han tenido una estrecha relación durante décadas, y el gigante asiático obtiene la mayor parte de su hardware militar clave de Moscú.

Los dos países están trabajando en un mecanismo de rupia-rublo para facilitar el comercio y eludir las sanciones occidentales a los bancos rusos, según informes de prensa.

Rusia escribió al Ministerio de Defensa de la India solicitando la autorización de pagos por valor de 1.300 millones de dólares que se han detenido desde el mes pasado, según el periódico local Economic Times.

A India le resulta difícil procesar los pagos a Rusia, ya que la mayoría de los bancos han sido incluidos en la lista de sanciones, lo que ha provocado que los prestamistas indios se nieguen a realizar transacciones por temor a ser excluidos del sistema financiero mundial, dijo el periódico.